Pedir un adelanto por si acaso la cuesta de enero…
¿Qué debes tener en cuenta si te quedas sin dinero a fin de mes? No hay nada peor para tu economía doméstica que ir corriendo al banco con urgencias. La lista de gastos que estamos elaborando estos días y que incluyen tanto las navidades como las fiestas o vacaciones de invierno nos hacen temer por nuestro presupuesto del primer trimestre del próximo año. Podemos decidir no gastar, haciendo oídos sordos al tam tam cada vez mayor del Compra, Compra, Compra que acompaña soterradamente a los villancicos, o podemos saber cómo pedir un adelanto de nómina.
Como sabes, pedir un adelanto de la nómina es un derecho laboral según recoge el Estatuto de los Trabajadores en su art. 29. El importe que puedes pedir será un porcentaje del trabajo realizado ese mes. Por ejemplo, si lo solicitamos el día 15 tendríamos derecho al 50% del adelanto. Es importante preguntar en Recursos Humanos si es una práctica común pedirlo o si debes esgrimir razones más elaboradas que los gastos navideños. Si piensas que proyectas una impresión de debilidad financiera frente a tu empresa, te queda la opción B: tu Banco.
Casi todas las entidades financieras cuentan con instrumentos de préstamo relacionados con tu nómina. En la mayoría de los casos, para solicitar estos préstamos necesitas ser cliente del banco y tener tu nómina o pensión domiciliada. Pueden anticiparse desde 600 € hasta tres o cuatro nóminas con un máximo de 4.000 €. Tendrás que pagar una comisión de apertura de entre el uno y el dos por ciento sobre el importe solicitado. Y devolver el préstamo en un plazo desde 3 hasta 6 meses. Lo mejor es entrar en la web de nuestro banco y en el buscador poner Préstamo anticipo de nómina, y estudiar las condiciones. Hay que saber qué nos pedirán y preguntarán antes de ir a la oficina bancaria.
Una ventaja para los que tienen nómina en el banco.
Si no tienes domiciliada la nómina en el banco donde pides el dinero, o si es tu banco el que no quiere darte el dinero, puedes pasar tu nómina al banco que si te ofrece el préstamo, en cuyo caso los intereses serán ligeramente superiores a quienes ya tenían domiciliada la nómina pero ligeramente inferiores a los precios de mercado de préstamo de dinero -el mercado controlado por los bancos, no lo olvidemos-.
¿Y si nos piden contratar otros productos vinculados al préstamo, como seguros o tarjetas?
Por eso es importante echar una mirada a la web del banco, para evitar sorpresas. Reduce todo lo posible el número de cuotas de devolución y condiciona el fin del plazo de devolución a poder devolver y cancelar toda la chatarrería que te quieran colocar.
¿Y las personas que no tienen nómina, ni en ese banco ni en ninguno?
En estos casos, esta operación de préstamo por nómina puede ampliarse a quienes en lugar de nómina tengan pensiones o ingresos regulares. Incluso y en algunos casos, se incluye a las prestaciones por desempleo.
¿Y estas son todas las modalidades existentes para conseguir dinero de mi banco con mi nómina?
Los bancos van cambiando constantemente el nombre del dinero que prestan para llamar nuestra atención. Y es tan recomendable ver la letra pequeña del contrato como olvidar rápidamente las suculentas y grandes letras de colores del anuncio publicitario. Es una lástima que la publicidad engañosa no esté suficientemente legislada como en otros países europeos.
No hay que olvidar que para que nos den el dinero habrá que firmar un contrato. Pero, ¿y si no entendemos el contrato?
Lo cual no debe extrañarnos porque esos contratos, como los recibos por los servicios que pagamos en luz o telefonía, parecen hechos para que no los entendamos, a pesar de que las últimas sentencias del Tribunal Europeo indican la necesidad de la transparencia en la contratación. Ante el nunca del todo comprensible lenguaje del Dinero, siempre nos quedan las asociaciones de consumidores para explicar los pros y contras de los contratos y que sea el propio usuario el que decida, no en el escritorio del comercial bancario (que es el peor sitio de la tierra para tomar una decisión apresurada sobre nuestro dinero), sino mediante una videoconferencia con alguno de nuestros expertos:
Déjanos equilibrar el poder de tu Banco.
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